Nuestro stock:
Los distribuidores tradicionales producen los artículos antes de ponerlos a la venta, por lo que siempre se fabrican al por mayor para ahorrar dinero. En cambio, Printful solo fabrica productos cuando existe un pedido, por lo que nuestro stock de productos terminados se limita a aquellos que ya tienen un comprador.
Esto nos permite evitar la sobreproducción generalizada en el resto de la industria. Lamentablemente, los distribuidores convencionales suelen tirar o quemar el stock que no se vende. Tan solo las empresas de moda desechan 92 millones de toneladas de material textil al año.
En la impresión bajo demanda, los residuos provienen principalmente de los artículos dañados durante la impresión y el porcentaje de daños en Printful se ajusta al estándar del sector. También mantenemos nuestra tasa de repetición de envío en un nivel bajo, gracias a que sometemos los pedidos a un control de calidad de tres pasos antes de enviarlos.
Nuestra logística:
La impresión directa a prenda (Direct-to-garment, DTG, por sus siglas en inglés) es una tecnología más sostenible que otros métodos de impresión de ropa más anticuados como la serigrafía. La serigrafía no solo utiliza mucha agua y tintas de plastisol que no son biodegradables, sino que además suele emplearse para producir pedidos al por mayor, lo que lleva a una sobreproducción.
En comparación, la impresión DTG es más eco friendly porque los artículos se imprimen únicamente cuando se recibe el pedido. Por este motivo, es un método apto y sostenible para la impresión de un solo artículo.